Si bien desde fines de los años 90 el país ha buscado proteger la calidad de los cielos mediante regulaciones a las emisiones, así como mediante directrices sobre instalaciones de luminarias de exterior, ha sido necesario aumentar dichas exigencias normativas, a fin de asegurar el cuidado de este patrimonio.
Las condiciones privilegiadas para la observación astronómica de la zona norte de Chile se ven cada vez más en riesgo, debido al crecimiento urbano de las ciudades cercanas a los observatorios. Ante la presencia de líneas de emisión de fuentes de luz artificial, los observatorios requieren más tiempo de exposición para realizar espectroscopia 8 de objetos tenues.
Desde 1998 Chile cuenta con una Norma de Emisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica, que aplica a las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
Es por esto, que se requieren luminarias y focos con certificación especial para el uso en estas regiones.
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